"¿Qué es la verdad?”

Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
Juan escribió estas breves cartas desde la ciudad de Éfeso, se refiere a sí mismo como "el anciano" que tenía que ser de unos 90 años, pero más que un anciano fue el último apóstol sobreviviente, parte del círculo íntimo con Pedro y Santiago, e incluso era el primo de Jesús. Debe haber escrito estas tres cartas justo antes de ser arrestado y desterrado a la isla de Patmos, donde escribió el maravilloso libro de Apocalipsis. Al estudiar estas cartas (más bien tarjetas postales) uno de los temas sobresalientes es el tema de la "verdad", al igual que Pedro y Judas, que advirtieron a las iglesias que estuvieran atentas de los falsos maestros y apóstoles, Juan también nos advierte acerca de ese problema siempre presente, y lo vemos en muchas de las llamadas iglesias hoy en día.
La primera víctima de su falsa teología y doctrina es la verdad. El Señor, por medio de su profeta Oseas, dijo: "Mi pueblo ha sido destruido por falta de conocimiento". (Oseas 4:6) y esto es cierto en nuestros días, ya sea porque no leemos nuestras biblias o porque la Biblia no se enseña en nuestras iglesias, algunos están más interesados en llenar las sillas que en llenar (alimentar a las ovejas), la iglesia, con la Palabra de Dios. Me pregunto, si Jesús escribiera una carta a cada iglesia (como lo hizo en Apocalipsis), a nuestra ciudad, estado y país, ¿qué porcentaje recibiría un elogio o una reprimenda?
Quiero plantearles un reto a ustedes (y a mí) para que examinemos nuestros corazones y pensemos honestamente, ¿cómo sería "mi iglesia si todos fueran como yo? ¿Sería una iglesia amorosa? ¿Una iglesia que da? ¿Una iglesia fiel? ¿Una iglesia que sirve? ¿Una iglesia que ora? ¿Una iglesia que lee la Biblia? ¿Una iglesia que perdona?
Permítanme hacerlo más personal (y me incluyo); si Jesús escribiera una carta acerca de ti (y de mí) considerando las preguntas anteriores, ¿qué diría? ¿Qué escribiría? Esto no es una conjetura, escuche: "Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo." (2 Corintios 5:10).
Bendiciones
Pastor Alfredo

"Cómo Liberar A Un Prisionero" Carta a Filemón

¿Qué es el perdón?
El perdón es abrir la puerta y liberar al prisionero.
Vivimos en un mundo donde la venganza es desenfrenada, la gente busca venganza dentro o fuera de los límites de la ley. Es por eso que tenemos casi un millón y medio de abogados activos en los Estados Unidos. Eso sí, muchos casos están justificados, pero la mayoría se debe a que alguien, en lugar de perdonar un agravio, quiso "desquitarse".
La falta de perdón es la principal causa de las rupturas en las relaciones familiares. La falta de perdón (especialmente entre los cristianos) debería ser impensable, también es un acto de desobediencia para nosotros que nos llamamos seguidores de Cristo.
Vemos en esta hermosa carta del apóstol Pablo a su amigo Filemón; ¡Cómo intercede por su nuevo amigo e hijo en la fe, Onésimo, quien aparentemente robó a su amo (Filemón) y huyó 1300 millas para perderse en la gran ciudad de Roma, pero Onésimo no pudo huir de la gracia y el amor de Dios! Filemón es un seguidor de Cristo, y Pablo entiende que como cristiano Filemón tiene la obligación de perdonar a Onésimo y tomarlo de vuelta y lo anima a hacerlo. Al hacerlo, Filemón está obedeciendo el mandato del Señor Jesús, de amar a nuestros enemigos, y más ahora que Onésimo es un hermano.
Según el Dr. y Pastor Michael Barry en una encuesta, el 61% de los hombres y el 59% de las mujeres con cáncer difícil de tratar tienen problemas de falta de perdón, más de la mitad de ellos son graves. Nuestro Señor Jesús (el Gran Médico) dijo: "Porque si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas" (Mateo 6:14-15).
Al final de la carta, en el versículo 24, Pablo menciona a Marcos, quien lo había abandonado a él y a Bernabé en Panfilia (Hechos 15:37-41) pero ahora  están reconciliados, Pablo perdonó a Marcos dando el ejemplo, es decir, somos más como Jesús cuando perdonamos, y más como el diablo cuando no lo hacemos.

"Guardaos en el amor de Dios" Judas 1:12-25

"Pero ustedes, amados, edificándose en su santísima fe, orando en el Espíritu Santo, consérvense en el amor de Dios". Judas 20-21a.
¿Significa eso que necesitamos mantenernos en un estado de perfección para que Dios nos ame? ¿Necesitamos asegurarnos de que somos personas dignas de ser amadas? No podemos ganarnos el amor de Dios. La Biblia no dice que debemos hacer ciertas cosas para merecer Su amor, eso sería virtualmente imposible; la Palabra de Dios nos dice en Efesios 1:4 que "Porque Dios nos escogió en Cristo antes de la fundación del mundo" y Jeremías 31:3a dice: "Con amor eterno te he amado". Dios es el que nos guarda a nosotros, nuestra parte es vivir vidas de obediencia a Su palabra. Jesús dijo a sus discípulos: "Si me amáis, guardad Mis mandamientos" (Jn.14:15). De nuevo, Él dice en Juan 15:10: "Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como Yo he guardado los mandamientos de Mi Padre y permanezco en Su amor". Cuando venimos a Cristo, Su voluntad se convierte en nuestra voluntad a medida que le entregamos nuestras vidas. De nuevo, nuestro Señor dijo en Lucas 6:46: "¿Por qué me llamáis Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?"  Dios nos ama y desea una relación santa, perfecta y continua con nosotros, quiere bendecirnos y guiarnos, pero nuestros pecados pueden dañar nuestra comunión con Él; escuchen a Isaías: "Pero tus iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios; y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros Su rostro, para no oír" (Isaías 59:2).
Pero, aun así, Dios todavía te ama... "¿Quién (o qué) nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: "Por causa de Ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero". Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de Aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro" (Romanos 8:35-39).
¡Aleluya, eso sí que es seguridad!
¡Bendiciones!

Un Nombre Más Glorioso

¿Alguna vez has pensado, o has dicho: “Ojalá Dios me hablara” o “si sólo pudiera oír Su voz y saber qué decisión tomar o qué quiere que haga?” Bueno, Dios habla, el problema es que no siempre estamos escuchando.
Dios desde el principio de los tiempos habló con Adán y Eva, incluso después de que pecaron, aunque nunca fue lo mismo; Dios también habló a los patriarcas y profetas, pero ahora Hebreos nos dice que Dios nos habla por medio de Su Hijo Jesús. ¡Imagínate el increíble honor de las personas que escucharon a Jesús hablar, enseñar y explicar las Escrituras directamente desde la boca de Dios, que también es la Palabra de Dios!
Jesús en Su encarnación tuvo que cubrir Sus atributos divinos (como Su gloria) de lo contrario dondequiera que fuera nadie habría sobrevivido. La gente lo conocía como un carpintero y un gran predicador; pero era el Rey de reyes y Señor o señores, el Alfa y la Omega, el Rey de la Gloria, el Rey de la Justicia, Era el Maravilloso Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz, Gran Sumo Sacerdote, Salvador de pecadores, Mesías, Cordero de Pascua, León de la tribu de Judá, Hijo unigénito, el Camino, la Verdad y la Vida, la Palabra Eterna de Dios.
¡Este es mi Jesús! ¡Es mi Señor y Salvador y mi Maestro! ¿Lo conoces? ¿Has hablado con él últimamente?
Oh, permítanme hablarte de El… ¡Es realmente IMPRESIONANTE!

Permaneciendo en la Vid

“Yo soy la vid verdadera, y Mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en Mi no da fruto, lo quita; y todo el que da fruto, lo poda para que de mas fruto. Ustedes ya están limpios por la palabra que les he hablado. Permanezcan en Mi, y Yo en ustedes. Como el sarmiento no puede dar fruto por si mismo si no permanece en la vid, así tampoco ustedes si no permanecen en Mi. Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en Mi y Yo en el, ese da mucho fruto, porque separados de Mi nada pueden hacer.”  
¿Alguna vez te has sentido como si estuvieras colgando de una uña?
¡ Bueno, al menos sigues sosteniéndote!
 
Jesús no quiere que “apenas” estemos colgando, El quiere que estemos firmemente unidos en El, pero para que esto suceda necesitamos estar descansando en El, sacando nuestro sustento de El, disfrutando del Espíritu que nos da la vida que fluye a través de nuestro ser para que cuando estemos en  medio de la tormenta no nos vuele.
 
El Padre desea que permanezcamos en Cristo mientras El poda todo las ramas muertas del orgullo, del rencor, de la ira, y  todas esas cositas que nos roban el tiempo para darnos el espacio que necesitamos para crecer en el conocimiento de Jesucristo y en la sabiduría y el entendimiento de Su palabra. Imagínense la dulce abundancia de fruta que crecerá en ti y en mí mientras traemos gloria al Padre.
 
“En esto es glorificado Mi Padre, en que den mucho fruto, y así prueben que son Mis discípulos.” (v.8)

Amor Dulce Amor

Febrero es el mes que celebramos el amor… amor dulce y hermoso.

Creo que demasiadas veces nos atrapamos en la idea del “amor” como el mundo lo ve.

¿Pero, qué del amor que Dios nos ofrece y colma sobre nosotros? ¿Estamos así de interesados en Su amor? ¿Deseamos Su amor puro, el amor ágape, tanto como el amor romántico? ¿Tú y yo realmente entendemos lo que es el amor? Me atrevería a decir que no, no lo entendemos… a menos que Dios sea nuestro deseo y Cristo nuestro deleite.
1 Juan 4:7-8, “amados, amemos unos a otros, porque el amor es de Dios; y todo el que ama es nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama no conoce a Dios, porque Dios ES amor.”
SÓLO podemos amar si nacemos de Dios y conocemos a Dios. Sólo podemos amar porque Él nos amó primero.
1 Juan 4:12-13, “A Dios nunca lo ha visto nadie. Si nos amamos el uno al otro, Dios permanece (vive) en nosotros, y Su amor se perfecciona (es hecho completo) en nosotros. En esto (en el amor Ágape) sabemos que permanecemos en El, y El en nosotros, en que nos ha dado de Su Espíritu.”
Sólo podemos amar, verdaderamente amar, a nuestro cónyuge, a nuestra familia, a nuestro “enemigo” e incluso a nuestro Dios, a través de Su Espíritu mientras permanecemos en Cristo y El permanece en nosotros.
“El amor es paciente, el amor es bondadoso, no envidia, no se jacta, no es orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda ningún registro de errores (rencor). El amor no se deleita en la maldad, sino que se regocija con la verdad. Siempre perdona, siempre confía, siempre espera, siempre persevera, el amor nunca falla.” (1Cor. 13:4-8A).¡Nos falta mucho para alcanzarlo!
Padre Celestial, ayúdanos a amar como Tú amas.Quedamos tan cortos. Le pido que me ayude para que 1Cor. 13:4-8 sea verdad en mí vida, esto es lo que deseo ser. Que mi amor por Ti aumente y mi amor por las cosas de este mundo disminuya a medida que fije mi corazón para desearte a Ti sobre todas las cosas.
¡Amén!